En contraste con ese aumento Tucumán es la provincia que menos invierte en bienes durables, obra pública por ejemplo. Ocupó el último lugar en 2019 y el penúltimo actualmente en este tipo de inversiones comparado con el resto de las jurisdicciones provinciales. Solo el 2,5% del presupuesto provincial se destina a obras
Según lo informado en el artículo que comentamos el gobierno de Tucumán gastó 24.509 millones de dólares (tomando valor dólar oficial para cada período) entre 2016 y 2022 (primera y segunda gestión Manzur-Jaldo) en la administración del Estado y apenas destino 1.397 millones de dólares en obras para el bien de los ciudadanos.
Si continuamos con el análisis y relacionamos los dineros públicos gastados con la población y su calidad de vida podemos inferir que a cada uno del millón y medio de tucumanos le correspondería un ingreso mensual de 195 dólares (valor dólar oficial a diciembre 2022). En ese mismo período la canasta básica total (CBT) calculada para una persona adulta era de 262 dólares. Téngase en cuenta que la CBT es el resultado de sumar a la canasta básica alimentaria los bienes y servicios no alimentarios tales como vestimenta, transporte, educación, salud, vivienda, etcétera.
Si hacemos el ejercicio de distribuir el presupuesto provincial en todos los hogares, considerando que en la provincia existen 555.000 hogares con 2,7 habitantes en cada uno, les correspondería el equivalente a dos CBT por mes, lo que permitiría asegurar a todas las familias tucumanas la plena satisfacción de sus necesidades. Esto supondría pobreza cero, pleno acceso a la salud, asistencia educativa, vivienda, pago de servicios (luz, agua, gas) e impuestos.
Pero la realidad es otra. Durante el mismo período que analizamos el conglomerado del Gran Tucumán fue la zona de país que más incrementó la pobreza infantil, según las estadísticas oficiales, entre el segundo semestre de 2017 e igual periodo de 2022, en el Gran Tucumán este índice se duplicó, pasando de 30,5% de pobreza infantil a 60,2%. Es decir que seis de cada 10 chicos menores de 14 años viven en situación de pobreza en este conglomerado que concentra más de la mitad de la población de la provincia.
Es claro que en el Tucumán peronista los privilegiados no son los niños.
Plata sí hay, lo que no hay es voluntad política de asignarla con justicia y gastarla con transparencia. Concluimos con Aurane: “Las cifras comprueban de manera expresa la experiencia local de gobiernos que han diseñado Presupuestos para ganar comicios antes que para atender los problemas de los tucumanos”