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Una de las primeras oraciones que nos enseñan nuestros padres y que aprendemos de niños es la del Ángel de la Guarda. Desde temprana edad nos han inculcado esta bellísima devoción a estos seres espirituales que no podemos ver pero que por su actuación en el mundo y en nuestra vida estamos seguros de su existencia.

Angel custodio velando el sueño

Hay una disputa entre Dios y Satanás por nuestra alma

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