En ese
momento el ejército español muy bien equipado y entrenado, venía conquistando
todos los pueblos del Norte.
Buenos Aires ordenó abandonar Tucuman y dejar que
avancen los españoles. En ésa encrucijada estaba Manuel Belgrano. No sabía si hacer
frente a un ejército profesional y entrenado con gauchos que solo tenían valor y amor a su
tierra o si obedecer las ordenes y huir hasta Córdoba.
Ante la duda de Belgrano
un grupo de gauchos que se llamaba los decididos de Tucumán junto a otros, le transmitieron
la decisión de quedarse en Tucuman, aún en condiciones inferiores y pelear. NO
iban a dejar sola a su tierra. Por lo que valía la pena arriegarse.
El riesgo para
Belgrano era mayor ya que si perdía, exponía su propia vida por los castigos de
desobedecer una orden, con todo lo que implicaba : Exponer muchas
vidas en un combate desigual. Los tucumanos junto a Belgrano se animaron a luchar y se jugaron hasta dar
la vida.
Pero había un secreto que los impulsaba. Es que Belgrano, antes de salir a
la batalla, se encomendó a la Virgen de la Merced, ya que en esos días se
festejaba su fiesta. Y la virgen no los abandonó.
Y le atribuyen un Milagro en un momento difícil
de la batalla. Una Lluvia de langostas caía sobre el ejército español y les
dificultaba la visión y el movimiento.
Finalmente, los tucumanos junto a los
jujeños, ganaron y Belgrano coronó a la Virgen como Generala del Ejército Argentino.
En tucuman no sólo se ha declarado la independencia y no solo han surgido numerosos proceres. Sino que, la fecha que hoy conmemoramos tiene un nuevo héroe: El pueblo tucumano, protagonista del valor y amor por lo propio, en una hazaña
que es militar y también religiosa.
Son pocas las veces en la historia donde se
conjugan tantos elementos. Son pocas las provincias que pueden ostentar tantos
actos de heroísmo y religiosidad.
La Providencia de Dios nos puso en esta situación
y nuestros abuelos y antepasados nos han dado un ejemplo que nunca deberíamos
olvidar.
La tucumanidad no es solo una
tonada, ni una avivada. Y seria poco inteligente reducrirla solo a eso.
La tucumanidad completa supone todas esas características pero es mucho más profunda. Esta llena de actos de amor y heroísmo,
de amistad y solidaridad, de familias luchando juntas por el Bien común.
Tucumanos de hoy:
¿Tenemos el valor de defender la verdad, aunque
signifique un mayor esfuerzo?
¿Somos conscientes que nuestros antepasados se quedaron a pelear por
esta tierra aun arriesgando la vida?
¿Estamos a dispuestos s confiar en la
Virgen para salir adelante en la vida aun en condiciones desfavorables?