“Aquí vemos a una mujer que para el mundo de ese entonces era insignificante, imagínate. Era enfermera, en tiempos donde la mujer no tenía ni voz ni voto. Una monja italiana que quería conquistar al mundo pero no por ambición de querer hacer cosas para ella, sino para los demás”, expresó.
“Ella quería construir hospitales, escuelas, orfanatos para los más necesitados”, recordó, y la describió como “una misionera que viajó por todo el mundo haciendo la diferencia, pero se enfrentó a políticos corruptos, a criminales, a su enfermedad, a fobias que ella tenía, por ejemplo, el miedo al agua porque casi se ahoga de niña”.
“Entonces se enfrentó a todo y triunfó en todo. Es un ejemplo increíble para mí también como persona”, señaló.
Por su parte, el director de la película Alejandro Monteverde dijo a ACI Prensa que “yo no conocía nada sobre la primera santa americana y descubrí que su vida era la vida de una guerrera, que luchó por el bienestar de todos aquellos que no tenían voz, de quienes habían perdido su dignidad como seres humanos”.
La Madre Cabrini, reiteró, fue “una guerrera que logró construir un ‘imperio de esperanza’ tan grande como cualquier Rockefeller, y una mujer que desafió hasta la propia muerte toda su vida”.
“Vi que su vida era muy cinemática y eso fue lo que me llamó la atención a llevarla a la pantalla grande”, explicó.
Eduardo Verástegui: Que las niñas quieran ser más como Madre Cabrini y “menos como Barbie”
Verástegui expresó su deseo de que la película no sólo resulte entretenida sino que sea inspiradora, especialmente para las niñas.
“Invito a los padres de familia a que lleven a sus hijas para que sus hijas también, cuando termine la película, quieran ser más como Cabrini y menos como Barbie”, expresó