EL LEVIATÁN CENTRALISTA

Consecuencias del federalismo Olvidado

El debate sobre que hacer con la macrocefalia de nuestro país, no es solo oportuno sino indispensable. El contexto de pandemia mostro el rostro más cruel de esa realidad, la política sanitaria de 45 millones de argentinos se definía por lo que acontecía en el AMBA. La lógica de la concentración y centralización ha diluido el federalismo argentino y ha construido una megalópolis que como un gran Leviatán todo lo deglute. Décadas de políticas de desarrollo privilegiadas sobre el territorio del AMBA alimentaron un círculo vicioso fijando todo en un centro. Eso explica las migraciones internas de la población hacia ese centro: en cien años pasamos de una población rural y urbana distribuida en mitades en todo el territorio (1910) al estado actual donde el 40% de los habitantes del país se encuentra en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) ocupando solo el 0,47 % del territorio continental argentino. Un escandaloso récord Concentrar es la acción o efecto de reunir en un punto o centro lo que estaba separado o disperso y centralizar es la acción o efecto de atribuir al gobierno supremo o central toda la autoridad que estaba atribuida a gobiernos u organismos locales; ambas expresiones deben utilizarse para expresar aspectos complementarios pero distintos de la realidad del área metropolitana. La búsqueda de soluciones de este problema debe ser puesto en la agenda pública seriamente y no limitarse a discutir en cuantos pedazos repartimos la provincia de Buenos Aires o como acomodamos sus distritos buscando conveniencias electoralistas de coyuntura o lo que es peor aún mediante un anuncio pomposo de traslado de la capital nacional al interior como si se tratase de mover algún mueble en el living. Debe entenderse que la forma de organización basada en municipios partidos como hoy padece la provincia de Buenos Aires concentrando varias ciudades en un mismo municipio; la negación de la autonomía municipal de estas y una política fiscal alejada del contribuyente es lo que se debe solucionar necesariamente primero. Solo para cuantificar algunos aspectos del problema. Cómo un Jefe de Policía bonaerense podrá controlar el desempeño de 1.100 comisarías o un Ministro de Educación estar al tanto de lo que acontece en 19.300 establecimientos educativos. Se requiere una instancia de gobierno cercana y a escala humana como lo es un gobierno municipal al que se le debe reconocer las competencias propias y los recursos impositivos que le corresponden por su naturaleza. Lo demás suena a discurso de ocasión. Lic Pablo Berarducc