A medida que nos acercamos a la Navidad y al Año Nuevo, es común que los católicos se vean inmersos en los preparativos y compromisos, corriendo el riesgo de desplazar lo más crucial: preparar el corazón para recibir a Jesús.
Por Diego Lopez Marina/ACIPRENSA
Estos regalos pueden transmitir lo valioso que es para uno que la otra persona también descubra el amor de Dios