Así, en lugar de celebrarse ese día como debe ser: el de la “Recuperación de las Islas Malvinas y la Integridad Territorial de la Patria”, rememorando toda la Gesta, se fue pasando, de su supresión lisa y llana por un decreto alfonsinista , borrándola del calendario oficial (como hiciera la “Revolución Libertadora” con el 17 de Octubre), a celebrarse como “Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas ”, ya en pleno kirchnerismo . Y ni hablemos del actual admirador de la Tatcher , criminal de guerra, que habita en la Casa Rosada.
Tan sutil como grave diferencia aquella; es como si el 9 de Julio celebrásemos, en vez de la Independencia Nacional, el Día de los Esforzados Congresales de Tucumán, o como si el 3 de Febrero, en vez del Combate de San Lorenzo, rememorásemos el Día del Heroico sargento Cabral y los Caídos en San Lorenzo.
Queda claro que, de esta forma, tanto la inmensa significación de la Declaración de la Independencia como la del bautismo de fuego en América de su futuro Libertador y de sus míticos Granaderos, son reducidos a peripecias personales o a obituarios marmóreos.
Y así, nuestros arrojados guerreros son caricaturizados en el cine como llorones “chicos de la guerra”; y no faltan “jóvenes” que se hayan prestado vilmente a esta autodegradación, como el rockero filo-kirschnerista Fito Páez que, en 1992, declarara: “Como tantos otros, yo tenía decidido desertar si me querían mandar a las Malvinas. No hubiese ido a defender a la Patria y toda esa m…, en la cual no creo”.
El mensaje desmalvinizador en carne viva.
¡Gloria eterna a la Gesta de Malvinas y a sus Héroes! ¡Gloria eterna al pueblo de la Nación Argentina y a sus bravos soldados que iluminaron de ideales y patriotismo al mundo entero y pusieron una chispa de esperanza a las víctimas de los poderosos del planeta!
Arturo Arroyo
Por Arturo Mario Arroyo
