Queremos
felicitar al heroico pueblo católico de Tucumán por su valiente y decidida
defensa de la vida, de la dignidad de la mujer y de los templos religiosos
símbolos de nuestra fe.
De nada valieron los miles de dólares recibidos de las
organizaciones internacionales herramientas de las Naciones Unidas y de los
gobiernos nacional y provincial por las feministas. Las mujeres tucumanas con
su preparación y testimonio ganaron los debates a pesar de las amenazas, los
insultos y las agresiones físicas recibidas (una Sra. mayor sufrió una fractura
de muñeca en la Esc. José Mármol).
Hacía mucho tiempo ya que nuestras chicas
venían reuniéndose y estudiando, preparándose y rezando para servir a la
Iglesia. Los varones habían pintado y empapelado la ciudad con consignas a
favor de la vida y de la Iglesia. Cuando las "autoconvocadas"
llegaron inmediatamente se dieron cuenta que no podían haber elegido un lugar
más equivocado para intentar sus pillerías. Durante los tres días del encuentro
colgaron de balcones y ventanas de casas y edificios banderas argentinas y
papales.
Por cada una de las 1.800
talleristas había un hombre para protegerla, a ello hay que sumarle los fieles
rezando en todas las iglesias y capillas de la provincia, los sacerdotes
confesando (gracias Padre Barrionuevo, los laicos queremos muchos sacerdotes
jugados como vos), las religiosas orando y animando (gracias Hna. Marta por
haber puesto todos tus medios al servicio de la causa), los hombres y jóvenes
sirviendo el almuerzo, el desayuno, la merienda para todas esas campeonas de la
vida, los que se quedaron haciendo guardia durante tres noches en los templos,
las numerosas delegaciones venidas de todas partes del país (¡Gracias a todos y
cada uno, los tucumanos no los olvidaremos jamás!), los familiares y amigos que
durante tres días se turnaron para cuidar los hijos de las participantes y los
miles que se sumaron y se repartieron la tarde del domingo en cuatro templos
para soportar tres horas de irracional agresión, por lo que fueron más de
quince mil los católicos que se movilizaron por amor a la Esposa de Cristo.
Tejedo Coni organizadora que asiste a los encuentros desde sus inicios y
que fuera entrevistada por La Gaceta el martes 13, se paseaba gritando al borde
de las lágrimas, la jornada del domingo, por los pasillos de la Esc. Mármol
(donde estaban los talleres de aborto) "¡por culpa de éstas perdimos un
año más!".
Otro símbolo de la derrota y la impotencia fue la expresión de
una de las partidarias del aborto, "me voy a hacer una remera que diga
Tucumán hijo de ... !" O aquella que enardecida le pedía, en la lectura de
las conclusiones, a una de las nuestras que se fuera porque le había arruinado
el encuentro para el que se había preparado durante un año. Ni siquiera
pudieron pintar alguna de las cuatro iglesias por las que pasaron. Sólo el
convento de San Francisco fue blanco de sus aerosoles, más no la Iglesia que
fue valientemente custodiada.
Los naranjazos, escupitajos, botellazos, insultos,
patadas no pudieron hacer retroceder un milímetro la barrera de católicos que
se habían puesto incluso adelante de las chicas de la policía y las vallas en
otra muestra de recio coraje.
En San Francisco hasta con cubos de hielo
tiraban. En la Catedral con cohetes y piedras. Quien esto escribe abrazó emocionado a un hombre a quien nunca había visto, que al finalizar la marcha
seguía firme custodiando la Catedral con sus rostro totalmente rojo por los
aerosoles.
Hemos forjado amistades que durarán toda la vida. Los chicos han aprendido como
se maneja la prensa. Al objetivo y verídico relato que Maribeth Calvi hace del
suceso por canal 8 (integrante del grupo Telefé) se le hizo un par de horas
después en el noticiero nacional de Telefé una manipulación tal que se presenta
al país a los católicos atacando a la marcha.
Ahora los chicos saben que muchas
cosas que nos cuentan de la historia no son tales. Ahora el país sabe que las
autoconvocadas no eran ni seis mil y que sumando los que llegaron solamente
para la marcha no eran más de doce mil. Las felicitaciones llegan de todas
partes del mundo a la provincia.
La impresentable María José Lubertino ha dicho
que estos encuentros no son para debatir y ya planean cambiar su estrategia
impidiendo el acceso a mujeres que estén en contra del aborto, lo que nos
obligaría también a repensar nuestra postura, pero eso es motivo de para otro
análisis. Los tucumanos hemos dado un ejemplo al país y al mundo de como se
defiende la vida.
Les recomiendo el profundo análisis de Pablo Berarducci sobre el
evento
y el siguiente sitio con muy buenas
fotos:
¡Feliz día de la Madre para las tucumanas que demostraron tener la misma sangre
que aquellas que en 1.812 ofrecieron sus maridos y sus hijos para salvar a la
Patria!
Un abrazo en Cristo y María.
Carlos Castillo
UNION ARGENTINA POR LA FAMILIA Y LA CULTURA