El Ministerio del Interior de Nicaragua (MINT) ha cancelado la personalidad jurídica de la Asociación Diocesana Cáritas de Matagalpa, una de las ocho sedes de Cáritas de Nicaragua, y de otras 14 ONG, nueve de las cuales se disolvieron voluntariamente.
La medida fue aprobada en Managua por la ministra de Gobernación, María Amelia Coronel, según dos acuerdos ministeriales publicados en la Gaceta, el diario oficial de Nicaragua, publicados ayer, lunes 12 de agosto.
La labor de Cáritas
Cáritas de Matagalpa funcionaba como un centro de asistencia social administrado por la Iglesia católica.
Registrada el 26 de marzo de 2009, ha promovido en los últimos años "el desarrollo de las comunidades más alejadas del departamento de Matagalpa, dando prioridad a los segmentos más pobres de la población y a aquellos que carecen de infraestructuras básicas: salud y educación", según consta en las páginas sociales oficiales de la organización.
Detenciones y expulsiones.
La cancelación de Cáritas se produce en medio de las tensiones en Matagalpa, donde en las últimas semanas se han producido una serie de detenciones y expulsiones de sacerdotes.
Los motivos del Ministerio del Interior
Según un comunicado del Ministerio de Gobernación, la medida contra Cáritas está motivada por "incumplimiento" debido a que la organización no presentaría sus estados financieros en el período 2020-2023 y a que la Junta Directiva expiraría el 27 de septiembre de 2022.
Los bienes de Cáritas y otras organizaciones pasarán ahora al Estado nicaragüense; el Ministerio indicó que la Procuraduría General de la República se encargará del traspaso de bienes muebles e inmuebles
Con la cancelación de la personería jurídica de Cáritas y otras ONG, el número de organizaciones no gubernamentales prohibidas por el Gobierno desde diciembre de 2018 asciende a más de 3.600, con la mayoría de sus bienes transferidos al Estado.
Mientras tanto, algunos medios nicaragüenses también informan de una supuesta operación policial en la catedral de Matagalpa: agentes vestidos de civil habrían entrado en la iglesia, apresando al personal administrativo y amenazando con expulsar al clero del país.