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El deporte siempre fue instrumentalizado por los gobiernos como propaganda de sus políticas en una relación tan antigua como la civilización misma. Pero a veces el logro de un deportista es hecho propio por el pueblo como evocación de sus grandes hazañas históricas.

Rosas, Mansilla y sus gauchos sonríen desde la historia.

El fútbol y los deportes colectivos nos representan bien porque permiten jugar con los amigos, hermanarse al defender una divisa

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