Para comprender la profundidad del breve texto que agregó
Medrano conviene analizar el contexto desfavorable en que se produjo este
trascendental acontecimiento para la vida de los argentinos y las negociaciones
que se realizaban para salvar la revolución iniciada en 1810.
Contexto internacional
El contexto internacional era sumamente complejo y
desfavorable para la causa americana. Para 1816, España se había liberado del
dominio napoleónico ..El rey, el” bienamado” Fernando VII regresó al trono sin
cumplir con las expectativas tanto de los grupos liberales como tradicionales
al restaurar el absolutismo monárquico.
Una vez sentado en el trono, se propuso recuperar los
territorios que estaban en manos de los movimientos insurgentes enviando un
poderoso ejército.
En México, a fines de 1815, el asesinato del sacerdote
revolucionario José María Morelos parecía poner fin al movimiento antiespañol; en tanto, en Venezuela y Nueva Granada, una poderosa expedición al mando al
mando del general Morillo derrotó a los patriotas y en 1815, Simón Bolívar
marchó hacia el exilio en la isla de Jamaica.
En Chile, por su parte, desde la
derrota de Rancagua en manos de los realistas en 1814 los patriotas se
dispersaron permitiendo a los godos recuperar el poder y amenazar con invadir
Las Provincias Unidas del Río de La Plata que a la postre eran las únicas en
las cuales seguía vigente el gobierno revolucionario.
Contexto interno
La situación interna del Río de La Plata tampoco era de lo
mejor. Cuando se produjo la convocatoria al congreso a reunirse en Tucuman,
Artigas, caudillo de la Banda Oriental que estaba distanciado del gobierno
directorial, a su vez, convocó al Congreso de Los Pueblos Libres. Dicha
asamblea se reunió en Concepción del Uruguay en Junio de 1815 y donde ella
participaron Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos, Corrientes, Misiones y La Banda
Oriental . Sus primeras medidas fueron: Declarar la Independencia de España,
izar la bandera tricolor y enviar una delegación a Buenos Aires para concertar
la unidad.
Sin embargo, lejos de negociar un acuerdo, el Directorio
planeó una invasión a Santa Fe. Viamonte, a fines de Agosto de 1815 arrasó las
localidades de Rosario y Santa Fe , pero el ejército de Artigas pudo recuperar esos
territorios y decidió no enviar sus representantes al Congreso a reunirse en
Tucumán, por considerar que el mismo estaba controlado por los directoriales.
Misiones Diplomáticas
Desde 1808, la política británica con respecto al Río de La
Plata se tejió en torno a varios elementos: la política oficial de George
Caning (ministro del exterior), y Lord Castlereagh oficina de guerra), las
gestiones de los agentes militares y almirantes en el Río, de La Plata, desde la estación naval instalada cerca de Río de
Janeiro por obra del almirante Sidney Smith, la actividad de la comunidad
mercantil de Buenos Aires, y , muy
especialmente, por la diplomacia ejercida por Lord
Strangford desde la corte portuguesa en Rio de Janeiro.
Las misiones diplomáticas se intensificaron desde la
posibilidad que Fernando VII retorne al trono y del conocimiento de su objetivo
de restablecer el dominio colonial en los territorios americanos.
Así, Sarratea luego de conversar con Lord Strangford en Río
de Janeiro, se dirigirá a Inglaterra para obtener un reconocimiento y una
protección ante una eventual reconquista española. Negociaría ventajas
comerciales considerándola como nación favorita a cambio del auxilio británico,
o al menos la mediación para impedir la venida de tropas españolas Pero para
entonces, La Foreign office pretende centrar su relación con España ante el
inminente retorno al trono de Fernando VII , y la negociación fracasa.
Sarratea emprendió negociaciones con la corona española,
ofreciendo el trono a Francisco De Paula bajo una figura constitucional
autónoma de Las Provincias Unidas, buscando evitar la temida intervención del
general Morillo
Las negociaciones, luego, buscaron crear un estado
independiente a cuya cabeza esté un príncipe de la casa real española por
mediación del conde Ceballos, pero fueron tomadas como un insulto a la dignidad
real.
Posteriormente, se envió una nueva misión diplomática a
cargo de Rivadavia y de Belgrano, la cual tuvo como objetivo evitar toda
intervención española al Río de la Plata, estabilizar la revolución proclamando
una monarquía constitucional que será ofrecida a algún príncipe europeo que
pasará a ser un garante del apoyo internacional en un marco establecido por la
Restauración.
Las instrucciones públicas que trajeron eran de presentarse
ante la corona española y felicitar a Fernando VII por su retorno al trono y de
negociar sobre bases pacíficas el futuro del gobierno local, pero secretamente,
buscaría apoyo europeo para lograr la independencia, o al menos la libertad
cívica de las provincias.
Paralelamente, Alvear, en el cargo de
director supremo envió a Manuel Garcia a Río de Janeiro llevando una carta a
lord Strangford y otra para Castlereagh en la cual ofrecía la posibilidad de transformar a Las Provincias Unidas en un
protectorado británico.
La influencia de San Martín y de Belgrano
En este contexto adverso fue de vital importancia la
intervención indirecta de nuestros dos grandes próceres para la declaración de
la independencia y la instauración de un gobierno monárquico que ordene la
sociedad.
En una carta de Belgrano a San Martín señala que es
necesario la unidad y colaboración entre los líderes patriotas para lograr la
independencia de las colonias y la necesidad de crear un gobierno centralizado
que coordine las acciones políticas y militares en el territorio.
San
Martín le respondió que compartía plenamente la idea de la necesidad de
declarar urgente la independencia y establecer una constitución que garantice
los derechos y libertades de los ciudadanos.
Por lo tanto fue vital para ambos próceres la declaración
de la independencia y la organización del país bajo la forma de una monarquía
atemperada que combine el orden y la libertad.
En una carta a Godoy Cruz, San Martín expresaba sus deseos
de independencia
“¿ hasta cuándo esperamos nuestra independencia? ¿no le parece
a usted una cosa bien ridícula acuñar monedas,tener pabellón y cucarda nacional
y por último hacer la guerra al soberano que dice que dependemos”, agregando
luego “animo, para los hombres de coraje se han hecho estas empresas...”
A modo de conclusión, podemos afirmar que la Declaración de
la independencia fue un acto de valentía de los congresales por las
circunstancias descritas. En medio de un contexto adverso, de luchas internas,
el grito de los congresales motiva a seguir luchando por nuestra patria, por
sus principios fundacionales y por su reconstrucción en medio de esta
revolución cultural que destruye los fundamentos de nuestra identidad