“Aquí no venimos a condenar a ninguna mujer o a ningún hombre que haya pasado por el doloroso trance del aborto, al contrario, venimos a orar por ellos... y a suplicar que el Señor los perdone…
Queridos hermanos, que este sea un lugar para la memoria, para la esperanza, para la gratitud por quienes nos han dado la vida… Que este sea un lugar para pedir perdón, para la misericordia; y para convertirnos todos nosotros, hombres y mujeres, en misioneros de la vida, protectores de la vida en todas sus etapas, desde la gestación en el vientre hasta la muerte natural”, afirmó el purpurado.
Seguidamente, ratificó el llamado al fin del aborto; y se unió en oración con los asistentes a la ceremonia, “poniendo en manos del Señor y de la Santísima Virgen María a médicos, enfermeras, a papás, a hombres y mujeres, que necesitan también ser perdonados, que necesitan la misericordia de Dios … Solamente, el amor misericordioso puede renovar nuestra vida y quitar toda forma de violencia, todo ataque contra la dignidad de los seres humanos”, agregó.
Sobre la adopción de esta iniciativa en la Arquidiócesis
Sumándose a los países latinoamericanos que han construido estos memoriales, desde los que “se promueve el reconocimiento de la dignidad de la vida humana, la reparación al dolor de Dios Padre por causa del aborto, la acogida y derivación a las pastorales de acompañamiento post aborto a la familia del niño no nacido”, la Arquidiócesis de Bogotá, a través de la Diaconía para el Desarrollo Humano Integral, desde la coordinación del Cuidado de la Dignidad Humana, lideró la adopción de esta iniciativa y ratificó su mensaje de defensa de la vida.
"Este es un mensaje en el que, como cristianos católicos, queremos decir que la vida inicia desde la concepción, y por esto creemos que hay que dar cristiana sepultura a los fetos, porque ahí ya hay vida… Dignificar es también pensar en la vida que se gesta”, afirmó el padre Jorge Eliécer Arias Toro, coordinador arquidiocesano del Cuidado de la Dignidad Humana.
La réplica de la imagen de María, madre de los niños no nacidos, viene de Guayaquil, con unas medidas y estructura unificada para los memoriales ubicados en distintas ciudades de países como: Italia, Polonia, Perú, Ecuador, Chile, México, Venezuela, Argentina, Bolivia, entre otros. Para el caso latinoamericano, el monumento es adelantado con donaciones.
Historia y desarrollo de la iniciativa mundial
El memorial nace como respuesta a las oraciones ofrecidas por integrantes del movimiento Armata Bianca, quienes en su tiempo vieron la necesidad de tomar acciones frente a la ley 194 de 1978, a través de la cual se legalizó el aborto en Italia.
“A través del memorial se reconoce la dignidad de los niños no nacidos con una cristiana sepultura, como una forma de despertar las conciencias, reconociendo que son seres humanos, creados por Dios, que no alcanzaron a nacer”.
Se escogió el Cementerio de L´Aquila Italia, lugar otorgado por el Ayuntamiento para construir e inaugurar el primer monumento a “María Madre de los Niños No Nacidos” para el sepelio de los niños abortados, el 28 de diciembre de 1991, día de los Santos Inocentes.
“La iniciativa, suscitó una gran admiración que no fue estimada por los promotores, quienes solo querían dar una digna sepultura a estos pequeños que nunca tuvieron a nadie que se preocupara por darles un lugar digno después de la muerte. Es de conocimiento que los llamados “desechos abortivos”, después de la ejecución, son tirados a los rellenos sanitarios o a los drenajes, incinerados o congelados para ser utilizados con fines de lucro”.
De ahí en adelante las cristianas sepulturas de los niños víctimas del aborto se realizaron en varios cementerios de Italia y otros países. Una réplica de la imagen fue colocada en cada cementerio extendiendo y manteniendo la iniciativa en varios países.
A partir del año 2020 en Guayaquil (Ecuador) nace el llamado y la necesidad de desarrollar en estos memoriales un acto de reparación a Dios Padre por el pecado mortal del aborto y sus consecuencias, ofreciendo ayuno, Obras de Misericordia y la oración del Santo Rosario en cada memorial dedicado a “los millones de niños que cada año en el mundo, son víctimas del aborto”.
Se consolida, entonces, el proyecto bajo el nombre de ‘María, madre de los niños no nacidos’, el mismo que, en un hermoso signo fraterno y de unión de intenciones, la Asociación Laica Armata Bianca , a la luz del Espíritu Santo, permite al señor Andrés Negri Valarezo llevar adelante esta nueva iniciativa de difusión de memoriales.
Encargo similar que recibió en días posteriores de parte del arzobispo de Guayaquil y presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, monseñor Luis Gerardo Cabrera Herrera, O.F.M. con la bendición, encargo y custodia de este apostolado para su Arquidiócesis, animando el desarrollo del proyecto de reparación en todas las Diócesis del Ecuador.
Hoy en día se ha logrado extender a otras Diócesis de países hermanos de Latinoamérica, con el respaldo del CELAM.
En Colombia, actualmente, los memoriales se ubican en el municipio de Choachí; en Fontibón, localidad del Distrito Capital de Bogotá; y, próximamente, en Zipaquirá, noreste de Bogotá.
En Cifras
Según la Organización Mundial de la Salud, cada año se provocan cerca de 73 millones de abortos en todo el mundo. El 61% de los embarazos no deseados (y, en conjunto, el 29% del total de embarazos) se interrumpen voluntariamente