La ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich, realizó cambios en la forma de vestir de los efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA).
A través de una normativa sancionada en febrero, se prohibió el uniforme no binario y la exhibición de tatuajes, entre otras cuestiones que intentan garantizar “respeto”, “seriedad” y, sobre todo, orden.
Se trata de la disposición N° 183/24 en la que se aprobó el “Reglamento Particular de Uniformes, Atributos, Distintivos y Condecoraciones del Personal de la PSA”, firmado por su director nacional, Alfredo Hernán Gallardo, para acatar los lineamientos del ministerio.
Esta normativa reemplaza y deja sin efecto la anterior: la disposición 437/21 que regía durante el mandato de la ex ministra de Seguridad, Sabina Frederic , en la gestión de Alberto Fernández . Aunque algunos aspectos sí se mantienen, serán “reglamentados”. Según advierten, significa una mejora porque “está todo normado” .
Sin embargo, existen cambios que sí marcan una diferencia. El más rotundo es la prohibición del uniforme no binario. Esto significa que el personal de seguridad femenino tiene su uniforme, mientras que el personal masculino tiene otro específico. Antes, se permitían ambas opciones para todos los efectivos y no existía control sobre ello.
De este modo, quedaron establecidos distintos conjuntos para hombres y mujeres que son usados en las distintas tareas durante su función.
Para las mujeres, se impuso la pollera en todos los uniformes. Sin embargo, existe una excepción: en caso de que la policía esté cursando un embarazo o se encuentre durante el periodo de lactancia , puede optar por vestir pantalón o falda negra con camisa blanca y zapatos negros. Es decir, las agentes usan falda excepto que indiquen lo contrario.
Además, son las únicas que puedan usar aros -de tamaño y forma conservada-. Ahora, se permiten las uñas “moderadamente largas” ya que “antes no podían superar la yema de los dedos”. A su vez, pueden usar esmaltes pero, únicamente, de colores suaves. En tanto, los hombres no pueden hacerlo. La disposición anterior “no permitía al hombre pintarse las uñas pero quedaba a la libre interpretación” . De este modo, el personal masculino no puede usar esmaltes de ningún color, tampoco brillos.
Ya no se puede exhibir tatuajes. Esto significa que cada vez que un agente (hombre o mujer) no logre disimularlos con el uniforme, debe usar una “manga” de tela del color de la piel o similar para tapar los dibujos grabados.
Se prohíbe el uso de barba o bigote para los efectivos, a menos que sea necesaria para llevar adelante alguna tarea de investigación que así lo requiera.
Tampoco se permiten las tinturas de pelo de colores llamativos: siempre tienen que ser sutiles. Las mujeres siempre deben llevar el cabello recogido y, a su vez, se vuelve a emplear la red invisible o de color negra para cubrir el rodete, que según indicaron, había quedado en desuso.