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En el acervo folklórico argentino -en su vertiente non sancta- existe una conocida gata, propiedad de Doña Flora y que de tanto refranearla se hizo famosa por su inconformidad frente a lo que le tocaba. Sea uno u otro, su queja y su llanto hacia escuchar.

la gata observando con lupa

Ganó Milei, por paliza. Dejo un tendal a ambos lados.

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