Monedero presenta un supuesto suceso de Juan, el que creemos no aplica para lo que analizamos, pues el Juan de Monedero decide libremente unirse a la banda y eso trae consecuencias. El ejemplo podría ser presentado de otro modo:
-Juan recibe un disparo que lo deja mal herido y con riesgo de perder la vida si no es asistido por alguien. En esta emergencia solo tiene dos posibilidades: ser ayudado por un estudiante de medicina sin experiencia y sin probada aptitud para actuar en esta emergencia, y la otra alternativa es un cirujano que es la misma persona que le disparó y produjo la situación que pone en riesgo su vida.-
Juan sería un suicida si se entrega a las manos de quien le disparó para que lo cure, sería más prudente correr el riesgo de entregarse al principiante.
Si asemejamos este ficticio relato a lo que nos acontece en el aquí y ahora inmediato,
Juan es el ciudadano común argentino que está herido gravemente (ya lo detallamos el descalabro que padecemos en nuestra primera entrega). El que disparó es uno de los principales y directos responsables del agravamiento de las condiciones de corrupción, pobreza, exclusión, sometimiento, ideologización de los últimos cuatro años y ese mismo personaje se presenta como el curador. Sería una actitud suicida de Juan entregarse a su victimario.
Es por ello que la supuesta neutralidad no es tal.
Lo concreto es que el Domingo se elige presidente de la Nación, bajo el régimen electoral vigente que por sus características procedimentales solo hay dos opciones: Massa o Milei. Esta demostrado desde las ciencias políticas que la abstención en un balotaje beneficia directamente al ganador de la primera vuelta.
Suponiendo el hecho que la mayoría de los ciudadanos se abstenga de votar o vote en blanco solo quedará en el anecdotario estadístico y se consagrará una de las dos únicas opciones posible. Esto es así, agrade o no.
El segundo aspecto que me parece necesario sostener es que es perfectamente lícito elegir el mal menor frente a dos opciones como lo enseña Santo Tomás en el Tratado del gobierno de los príncipes ya que las condiciones de situación forzosa e inminente están claras.
Frente a un mal inminente de mayor intensidad de daño y de nula probabilidad de disminución, debo optar por el mal más lejano, de menor intensidad y que alberga la posibilidad de cambiar en algo sus efectos.
El aquinate responde a esta cuestión desde las mismas condiciones de la naturaleza humana que tiene el natural ímpetu a la propia conservación. Realismo puro.
Las condiciones de vida de una sociedad pluralista afectada por una serie de males y desviaciones que la fueron conformando en su individualismo, nihilismo, hedonismo y tantos otros ismos no son otra cosa que aquella jauría de lobos en medio de las que el Señor nos manda. Es allí donde debemos actuar. Qué bueno sería una sociedad justa y ordenada, donde el bien rija plenamente pero estaríamos planteando una utopía, pues desde el pecado original hasta hoy es la regla que las obras de los hombres estarán afectadas por su alejamiento de Dios.
La última cuestión que deseo ratificar es que es un grave error equiparar la maldad de ambos candidatos. Ya lo expresé con claridad que Milei no es el arquetipo del candidato. Ya lo analicé en otro artículo que Monedero cita, sabemos perfectamente de su adhesión a los principios del liberalismo y dentro de este a una veta anarquista, pero también sabemos que ha sido permeable a varias sugerencias de cambio.
Sabemos que defiende causas importantes a las que llega por caminos diferentes a los de la DSI. Por ejemplo: la defensa de la vida desde la concepción, el derecho educativo de los padres, el no adoctrinamiento estatal en el sistema educativo, su posición ante el mundialismo, etc. lo plantea desde su fundamento individualista, pero en la guerra hay aliados tácticos.
También sabemos fehacientemente de su honestidad y que en nada, absolutamente en nada, tuvo de participación en los sucesos políticos y económicos de los últimos años que tanto daño nos produjeron. No registra ningún cargo público, salvo su banca de Diputado (con sorteo de su sueldo todos los meses)
Cuáles serían sus males. ¿No disponer de un aparato propagandístico financiado con dineros públicos? ¿No haber obtenido la renovación como joven pasante (no remunerado) en el Banco Central? ¿No publicar habitualmente en revistas de economía? ¿No haber tenido una buena relación familiar con sus padres? ¿No expresarse adecuadamente en la formulación de sus protestas? ¿No tener una formación filosófica y posiciones políticas adecuadas en su totalidad al orden natural y cristiano?...
Si la vara es tan alta es posible que el camino que queda es retirarnos en oración a esperar la parusía.
Sostengo que Milei, con su estilo rupturista, anárquico y más de rockstar que de político lo convierte en una posibilidad, reitero posibilidad, que circule algo de aire fresco en el asfixiante clima de hegemonismo cultural, centralismo político, estatismo dirigista en el que estamos sometidos.
Que este Domingo, sepa el pueblo votar.