Los mismos que buscaron legalizar el crimen del aborto buscan ahora legalizar el crimen de la eutanasia
Según informe de Notivida a l abrir la jornada Brawer dijo que “todos tenemos derecho a decidir cómo terminar nuestras vidas y a decirle no al sufrimiento irreversible” y agregó que su proyecto no es algo aislado, porque hay expedientes de distintos bloques. Mencionó a todos los autores y cofirmantes de los proyectos de Juntos por el Cambio.
Las exposiciones
Mario Pecheny, Vicepresidente de Asuntos Científicos del CONICET, impulsor y miembro de la “Red de Cuidados, derechos y decisiones en el final de la vida” de ese organismo.
“Tenemos derecho a la eutanasia y al suicidio asistido, en el marco del derecho a tener derechos”. “En el caso de la eutanasia es el derecho a tener derechos en el fin de la vida o en una situación de dolor o sufrimiento subjetivamente insoportable”, afirmó. Distinguió entre el dolor (que se puede paliar) y el sufrimiento que “para los que lo padecen puede ser insoportable”.
“La eutanasia requiere de la cooperación del sistema de salud para ponerla en práctica, como otros derechos, por ejemplo, los derechos reproductivos”. Remarcó que “nadie está obligado a una práctica con la que no está de acuerdo y que puede haber objeción de conciencia en tanto se garantice institucionalmente el derecho”. Resaltó el principio “ético-liberal-democrático” que requiere “la separación de la Iglesia y del Estado”.
Carlos “Pecas” Soriano, médico especialista en emergentología que colaboró con la redacción del proyecto de eutanasia que presentó la camporista Gabriela Estévez y se conoce como “Ley Alfonso”. Autor del libro “Morir con dignidad en Argentina”.
“El estado es el responsable de garantizar las libertades individuales”, dijo citando a Kant y enfatizó: “el estado somos todos”.
Mencionó que hace 40 años que trabaja en terapia intensiva y trata con moribundos, y está “apasionado con el tema de la muerte digna”. Describió su experiencia con Alfonso Oliva un joven cordobés con ELA que no tenía grandes dolores, pero sí un “sufrimiento existencial” por el que no quería que otros pasaran. Remató con un poema holístico de su autoría.
Mario Sebastiani , obstetra del Hospital Italiano que durante años bregó por la legalización del aborto y ahora lo hace con la eutanasia.
“Siempre que hablo de estor temas estoy pensando en lo que va a pasar en esta Casa” dijo refiriéndose al Congreso, entonces preguntó “¿de quién es tu vida?”. Y con énfasis respondió: “mi vida es mía”. “¿Dónde está el dolorímetro? ¿Dónde está el sufrientómetro?, añadió.
“Le estamos pidiendo a los legisladores que le saquen las esposas a los médicos para que puedan ayudad a morir, que es una de las cosas que tiene que hacer la medicina”.
“Estamos cerca de la eutanasia” “porque ya tenemos órdenes de no reanimación”, “hoy tenemos la adecuación del sostén vital”, “uno puede resolver cuando está en el terreno de la futilidad”.
Le pidió a los diputados que no describan las situaciones en las que se puede acceder a la eutanasia porque, según considera, los médicos saben trabajar. La otra cosa que “le preocupa” es el Comité, que “tiene que ser muy ágil” y espera que “no esté tocado por la Academia Nacional de Medicina”, “ni por la Academia de Moral”, “ni por el judaísmo, ni por el catolicismo, ni por los otros que nunca me acuerdo como se llaman” (sic).
Al final pidió quitar la palabra “muerte ”, de los discursos, “porque en este mundo latino no impacta bien”. “No hablamos de la muerte, hablamos de la vida”. “Van a legislar sobre la libertad”.
Graciela Jacob, médica y socióloga; coordinadora de la “Red de Cuidados, derechos y decisiones en el final de la vida” del CONICET.
“¿De qué hablamos cuando hablamos de eutanasia?”. “Eutanasia es la muerte que pide una persona que tiene un sufrimiento insoportable y es administrada por un médico”. “¿Alguien puede decir qué es insoportable para otro? preguntó y agregó “seguramente no”.
Acá hablamos del “derecho de la persona” y precisó que “si los familiares le piden al médico la eutanasia, ya no es eutanasia, es un homicidio medicalizado”.
Mencionó cifras de España y dijo que, en 2021, 173 personas solicitaron la eutanasia y sólo 75 la efectivizaron, 18 murieron en el camino y según Jacob “eso habla de la burocracia y mala calidad de la ley española”, 16 pedidos fueron descartados por el comité médico, 14 fueron presentados y denegados por el comité revisor, 7 se arrepintieron y otros la postergaron.
Aída Kemelmajer , ex ministra de la Suprema Corte de Justicia de Mendoza que acompañó a los diputados radicales cuando presentaron el proyecto de eutanasia en su provincia.
“Si este proyecto sale sería un nuevo hito en la secularización del derecho”. “Todas las críticas vienen de los de siempre, de los que se niegan al que el derecho sea laico, como tiene que ser”. Habló del libro “Morir en libertad”, del Observatorio de Bioética de Barcelona, “que es un netamente laico”. El libro lleva ese título, como explicó la directora del observatorio, porque esto tiene que ver fundamentalmente con la “autonomía de la persona”, cosa con la que Kemelmajer coincide.
Recordó que el jurista Carlos Nino, fundándose en Kant, decía que “la autonomía es la capacidad del ser humano de decidir qué queremos hacer con nuestras vidas”. “En la conducta sobre sí mismo el individuo es soberano”, subrayó.
Narró que en el art. 60 del Código Civil, al hablar de directivas anticipadas, tuvieron que agregar “que no impliquen prácticas eutanásicas”, “a pedido de la Iglesia” y remarcó “la importancia de la secularización”.
El cierre
Tras las exposiciones tuvieron una breve intervención Elisa “Kuky” Lisnofsky, psicóloga social entrerriana, fundadora de la ong “Eutanasia, derechos y final de vida” y Adriana Stagnaro una abogada y antropóloga que padece ELA.
Brawer cerró proponiendo la construcción de una red nacional por el “derecho a la eutanasia y al suicidio asistido” y exhortando a “luchar para que todos los argentinos tengan una vida y una muerte digna”.