La beba recién nacida que fue encontrado todavía atada por su cordón umbilical a su madre y sacada con vida de los escombros de una casa en el norte de Siria luego de un terremoto mortal, recibe atención médica en una clínica en Afrin, el 7 de febrero
RAMI AL SAYED - AFP
JINDIRES, Siria.- Entre las ruinas de un edificio de Jindires, una localidad en el noroeste de Siria muy impactada por el terremoto que tuvo su epicentro en Turquía, los socorristas encontraron a una beba, nacida bajo los escombros y todavía unida por el cordón umbilical a su madre fallecida.
En otra historia entre tragedia y milagro, la beba es la única superviviente de una familia en la que todos los miembros fallecieron al derrumbarse su edificio de cuatro plantas.
En esta localidad cerca de la frontera con Turquía, los equipos de emergencia encontraron el lunes los cadáveres de su padre, Abdalá Mleihan, su madre, Aafra, sus tres hermanas, su hermano y su tía.
“Buscábamos a Abu Rudayna (sobrenombre de Abdalá) y su familia. Primero encontramos a su hermana, luego a su mujer, luego a Abu Rudayna, estaban juntos unos contra otros”, explica a AFP un allegado de la familia, Khalil Sawadi, todavía conmocionado.
“Luego oímos un ruido y escarbamos (...), limpiamos el lugar y encontramos a esta pequeña, alabado sea Dios”, dice.
La recién nacida todavía tenía el cordón umbilical unido a su madre. “Lo cortamos y mi primo trasladó el bebé al hospital”, prosigue.
En un video que circula en las redes sociales, se ve a un hombre que lleva entre los cascotes a un bebé desnudo, recubierto de polvo, con el cordón umbilical todavía colgando. En medio del frío glacial, otro le lanza una manta para cubrir a la criatura.
“El tiempo apremia”
La beba fue trasladada al hospital de la ciudad cercana de Afrin, donde fue puesta en una incubadora y se le administró vitamina.
“Llegó con los miembros entumecidos por el frío, su tensión había bajado. Le hicimos los primeros auxilios y la pusimos bajo perfusión porque había estado demasiado tiempo sin ser alimentada”, explica a AFP el doctor Hani Maaruf.
La pequeña tiene contusiones, pero su estado es estable, según el médico. “Probablemente nació siete horas después del sismo”, añade. Pesa 3,175 kg, así que nació en el tiempo previsto, precisa.
Con sus pocos medios, los rescatistas tardaron horas en poder retirar los escombros para extraer los cuerpos del resto de la familia.
Los pusieron unos al lado de otros en la casa de un allegado, recubiertos con sábanas, a la espera del funeral.
La familia había huido de la región inestable de Deir Ezzor, más al este, creyendo que estarían seguros en Jindires, una localidad controlada desde 2018 por las fuerzas turcas y los grupos rebeldes proturcos.
Unas cincuenta viviendas se derrumbaron en esta localidad siria, cercana al epicentro del sismo en Turquía, según un corresponsal de AFP.
El terremoto ha causado más de 5000 muertos en Turquía y Siria, según los últimos balances, que no dejan de aumentar.
Según los Cascos Blancos, un servicio de emergencia que opera en las zonas rebeldes sirias, más de 200 edificios han quedado por los suelos en este sector.
Este grupo suplicó el martes a las organizaciones internacionales que acudieran a ayudar a estas regiones siniestradas y olvidadas. “El tiempo apremia. Cientos de personas están atrapadas entre los escombros”, advirtió.
Cómo ayudar
Para quienes deseen ayudar a los damnificados por los terremotos en Turquía, la Embajada de ese país en la Argentina recibe donaciones, como ropa –especialmente de invierno- y alimentos no perecederos en su sede en Buenos Aires (11 de Septiembre 1382). “Por favor, coloque sus artículos en bolsas transparentes y proporcione una lista detallada del contenido”, solicitan.
Además, proporcionaron tres sitios web donde se pueden realizar “donaciones destinadas a apoyar las operaciones de búsqueda y rescate”:
Https://www.kizilay.org.tr/Bagis/BagisYap/405/donations-for-earthquake-in-pazarcik
Https://en.afad.gov.tr/campaigns
Https://bagis.tdv.org/afet/deprem-25
Agencia AFP