Hemos accedido a las palabras que en su memoria expreso uno de sus innumerables hijos espirituales que es sacerdote de la obra de Fasta, el padre Pablo Sylvester
Fósbery ha sido un hombre cabal, de palabra, lleno de empuje e iniciativas, con muchos amigos y dotado de un talento único para la acción y la convocatoria .
Él ha sido un hombre de Dios, un religioso, un consagrado, un dominico, que transmitió lo que, en el silencio, contempló; no se reservó para sí lo contemplado, lo compartió con sus hermanos; lo transmitió con fuerza y pujanza, sembrando siempre certezas ; lo contemplado por él fue entregado con convicción a través de su predicación singular.
Fósbery ha sido un sacerdote de Cristo fecundo; su fecundidad sacerdotal ha sido inmensa en tantos hijos que reconocen en él a un padre, en tantos que de él han recibido un gesto paternal, en tantos que lo recordarán y agradecerán siempre . Fecundidad sacerdotal que se manifiesta en comunidades donde fluye la vida de la gracia.
Él ha sido un sacerdote lleno de vida que le costó aceptar , quizás, el momento en que dicha vitalidad disminuía, y aún allí siguió con su rutina de labor en lo que pudo.
Él vivió intensamente los tiempos. Los eclesiales: preconcilio, concilio, posconcilio; los nacionales... Dios le conceda ya la vida eterna, y que se encuentre ya con Aquél que es la Vida.
Adjunto la foto con Quarracino, una de las tantas donde aparece con su sonrisa franca, vital; creemos en la Resurrección, "volverá a reír..." donde esperamos será el reencuentro.
Ampliamos el mensaje del padre Pablo con una reseña de su vida y su obra extraída del diario digital de Fasta "Hasta Dios"
Aníbal Ernesto Fosbery nació en Buenos Aires el 23 de junio de 1933. El 6 de diciembre de 1959 fue ordenado sacerdote de la Orden de Predicadores (OP) y fue poco después enviado a doctorarse en Teología a la Pontificia Universidad Santo Tomás de Aquino, de Roma, donde fue testigo directo de los nuevos bríos que el Espíritu Santo daba a la Iglesia con el Concilio Vaticano II.
Apoyado en la espiritualidad dominicana y confiándose al patronazgo de Santo Tomás de Aquino, Fosbery regresó en 1962 a la Argentina y fundó Fasta con el compromiso de transmitir al mundo de hoy el amor a Dios, a la Iglesia y a la Patria, abocándose especialmente a evangelizar la familia, la cultura y la juventud, con especial esmero en la formación integral de sus miembros, privilegiando el estudio del pensamiento tomista y el Magisterio de la Iglesia. La novedosa propuesta cautivó el corazón de miles de jóvenes, y por eso el papa san Juan Pablo II reconoció en 1997 al movimiento como una Asociación Internacional de Fieles de Derecho Pontificio.
Con el devenir de los años, la institución creció y asumió nuevos desafíos pastorales con la creación de una amplia red de colegios con presencia en Argentina y España, y la fundación de la Universidad Fasta, con sede en la ciudad de Mar del Plata.
En 1985 fundó la Fraternidad Apostólica Sacerdotal Tomás de Aquino, dedicada a formar sacerdotes para la atención espiritual de los laicos y servir al conjunto de la Iglesia, y en 2005 introdujo la Fraternidad Apostólica Santa Catalina de Siena, con la tarea de acompañar a las consagradas que de un modo particular buscan la evangelización de la mujer.
En su extenso servicio sacerdotal, Fosbery se desempeñó como prior del Convento Santo Domingo de Tucumán; fue rector de la Universidad del Norte Santo Tomás de Aquino (Unsta), prior provincial de la Orden de Predicadores, presidente del Consejo de Rectores de Universidades Privadas Argentinas (CRUP) y miembro de la Comisión de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) del Ministerio de Cultura y Educación Argentino.
En el exterior, fue presidente de la Organización de Universidades Católicas de América Latina, miembro del Consejo Directivo de la Federación Internacional de Universidades Católicas y asesor de la Organización de Universidades Católicas de América Latina; vicepresidente para América de la Sociedad Internacional Tomás de Aquino (SITA) y miembro correspondiente de la Academia Pontificia Santo Tomás de Aquino, con sede en Roma. Fosbery fue distinguido con el título de socio honorario de la Sociedad Tomista Argentina; se lo galardonó con el premio “Leonardo Castellani” de la Exposición del Libro Católico por su obra “La cultura católica”, y diversas universidades le otorgaron el doctorado honoris causa.
El sacerdote dominico fue un prolífico ensayista y produjo diversos trabajos sobre temáticas teológicas, religiosas, pastorales, filosóficas, culturales, políticas, éticas, sociales e históricas, entre las cuales se encuentran “La cultura católica”, “Parata sunt omnia”, “La identidad del sacerdocio ministerial”, “Tomismo y espiritualidad: reflexiones acerca de la vida espiritual según santo Tomás”, “Estén preparados: el carisma y la espiritualidad sacerdotal de Fasta”, “El hábito de los primeros principios en el pensamiento de santo Tomás de Aquino y alguno de sus comentadores” y “San Martín de los Andes. historia de su fundación”.
Dictó numerosas conferencias en universidades e instituciones de todo el país y en Colombia, Uruguay, Chile, Perú, Italia y España.