No es exagerado decirlo, ser provida es una cultura, que no termina con la participación en una marcha. Ser provida supone un modo de vida una escala de valores y hasta una estética que se expresa en símbolos .
Hoy colombia marcha por la vida, ya que hace 16 años que el aborto fue despenalizado, y hace 2 meses que la corte, supuestamente constitucional, permitió que el crimen se realice hasta los 6 meses de gestación.
En cada convocatoria colombiana, tanto en redes como en los comunicados oficiales, se invita a llevar el pañuelo celeste con el lema " Salvemos las dos vidas" .
También en Ecuador se realiza una marcha provida, ya que la corte permitió el aborto en caso de violación, aunque el presidente hizo un veto parcial. Si bien en ecuador invitan a llevar una prenda blanca, el lema:" Salvemos las dos vidas" está presente.
Así mismo, en las distintas marchas que se hicieron en el mundo, pudimos ver el pañuelo celeste traducido en distintos idiomas, tanto en Europa como EEUU.
Tal vez algunos pensarán que el aborto es una realidad que vino para quedarse, y que avanza indefectiblemente como una condición de un supuesto progreso de las sociedades modernas.
Pero si miramos atentamente, nos daremos cuenta que estamos frente a otro espectáculo, en donde podemos ver cómo una generación mayor supo entregar una generación de jóvenes una bandera con los valores de la cultura de la vida, y cómo se va formando, a partir de ella, una nueva generación provida , pero con la experiencia de las batallas ya dadas y con un mensaje unificador que se hace cada vez más potente. P ero además con la ventaja de que el tiempo va desenmascarando el discurso falaz con el que supieron engañar a parte de la población, haciéndolos aceptar algo impensable: que uno de los crímenes más inhumanos, era necesario, urgente e inevitable
Sabemos que la mentira tiene patas cortas, y la señal de largada recién se acaba de escuchar