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Si Argentina declina su resistencia a aceptar la usurpación, deja de denunciarla y la consiente -siquiera de modo tácito-, entonces la causa de la recuperación, incluso jurídicamente, estará perdida.
Corte de manga en la retirada Argentina
Y el modo para que esa voluntad política decline pasa por erosionar la convicción social en el derecho a la recuperación. Si el respectivo sustento cultural entra en un marasmo, se licúa o se torna minoritario, la decisión política de no aceptar el despojo también se desvanecerá .
Por ello -si lo vemos desde el interés británico-, minar la extensión y la entereza de esa convicción colectiva en Argentina resulta un relevante frente de acción política, que contribuye a consolidar su usurpación. Y posiblemente las voces que en Argentina sugieren la claudicación estén en muchos casos vinculadas a ese interés político británico.
Al igual que en junio de 1982, la esperanza estriba en no rendirse . Pero el sujeto responsable, el portador de esa esperanza, hoy lo es la comunidad organizada, el pueblo de la Patria.
Como en 2018: sin caudillo y sin poeta.
Al igual que en junio de 1982, la esperanza estriba en no rendirse